jueves, 10 de febrero de 2011

Argumentar

En un texto argumentativo la intención es convencer. El autor no sólo quiere presentar información, también quiere persuadir. Busca explicar una opinión presentando suficiente evidencia para demostrar que es válida. Para persuadir o concencer se pueden utlizar estrategias como la descripción, la narración, el análisis, la comparación, el contraste, etc.
Lo más importante de este tipo de textos es tomar una posición y defenderla a partir de argumentos académicos basados en fuentes serias.
La tesis agumentativa incluye el tema delimitado y el punto de vista que se defiende.

Temas argumentativos:
Se puede argumentar sobre cualquier tema, pero generalmente se usan temas polémicos o controversiales como por ejemplo la pena de muerte, la facultación del voto a menores de edad, la eutanasia, etc.

Si el tema fuera la pena de muerte, a partir de este se debería seleccionar una posición, por ejemplo estar en contra de la pena de muerte, y a continuación habría que determinar por qué razón he tomado esa posición.
A partir de esas razones se empezará la investigación bibliográfica para que fuentes serias respalden mi posición.
Cada razón será un argumento y cada argumento se tratará en un párrafo de desarrollo.

Ejemplo de tesis: La pena de muerte atenta contra el derecho a la vida, por lo que debería abolirse en los países en los que aún se practica.

A partir de esta tesis debería empezar a argumentar, es decir a exponer las razones por las cuales debería abolirse, los derechos que viola, las razones por las que se ha abolido en países en los que antes era el castigo máximo, etc.

Fuente: Dvorak, Trisha, Thomasina Hannunm y Guadlupe Valdés. Composición: proceso y síntesis. Segunda edición. New York: McGraw-Hill,1989.

Argumentación

Los cuentos son muy viejos
por Hilda Ocampo. Diario La Opinión. En Dvorak, Trisha, Thomasina Hannunm y Guadlupe Valdés. Composición: proceso y síntesis. Segunda edición. New York: McGraw-Hill,1989.


     Dice María Luisa Bember en el prólogo del  film Juguetes: "Desde la infancia, las expectativas de conducta son distintas para cada sexo. Se educa a los hijos de manera específica para que actúen de manera específica. Los juguetes y los cuentos no son inocentes: son el primer condicionamiento cultural".
     Por ello, quisiera ocuparme acá de mostrar cómo los cuentos infantiles han reforzado y refuerzan los esterotipos masculino y femenino tal como los conocemos. Los varones tienen el monopolio del coraje, la imaginación, la iniciativa, la astucia, el gesto heroico, la solidaridad con sus congéneres así como también la posibilidad de emplear la violencia, ya sea en defensa propia o como medio para conseguir sus fines. A las mujeres nos queda la abnegación, el somentimiento, la mansedumbre, la rivalidad con nuestras congéneres, la fragilidad y hasta el servilismo rotulado como actitud positiva.
     A las mujeres de estos cuentos, ya sean ellas reinas o plebeyas, no se les conoce otra ocupación que la de amas de casa. Los varones, en cambio, realizan toda clase de tareas, desde gobernar hasta hachar leña. En los varones se recompensa la iniciativa y el espítitu de aventura con poder y riquezas. En las mujeres se recompensa la abnegación y el somentimiento con el matrimonio y punto.
     Para describir al héroe de un cuento, el autor puede elegir entre una amplia gama de cualidades humanas, pero describir a la heroína es más simple: joven y bella.
     Librada a su propia iniciativa, Blanca Nieves puede sólo realizar sus quehaceres domésticos o caer en las trampas de su madrastra. Como Caperucita y como la Bella Durmiente, no sabe cuidar de sí misma. Por ello debe de ser salvada por el buen corazón de un leñador, más tarde por los enanitos y finalmente por el príncipe. Esta bella joven, hija de rey, canta y sonríe mientras barre y cocina para siete enanos mineros.
     El personaje de la madrastra, tanto de Blanca Nieves como la de la Cenicienta, ilustra no solo la tristemente célebre rivalidad entre mujeres sino también la advertencia de que una mujeres activa lo es solo en la maldad.
     No hay una sola bella heroína que sea inteligente y audaz. Algunas son irremediablemente bobas (o irremediablemente miopes). Caperucita cree que el lobo en cofia y camisónn era su abuela y Blanca Nieves es incapaz de ver que la viejecita que trata de envenenarla es su madrastra disfrazada.
     Las mujeres fuimos siempre las culpables de toda desgracia (y algunas religiones se han encargado de enfatizarlo). Porque la madre de Caparucita no sabe cuidar de su hija, y de brujas y madrastras mejor no hablar. Pero a los padres (varones), se los exime de culpa y cargo: demasiado ocupados con cuestiones de Estado o con su trabajo, o simplemente están influenciados por una mala mujer. Excepción hecha de Barbazul y el ogro de Pulgarcito, los varones de los cuentos son juzgados con gran benevolencia. El Gato con Botas miente, roba y mata. Nadie se lo reprocha. Es el héroe que triunfa.
     El valiente, el audaz, el capaz del gesto heroico para salvar a las niñas bellas de las garras de lobos, madrastras y Barbas Azules, es siempre un varón. Con la sola excepción del Hada de Cenicienta. Pero, claro, en el mundo de la magia, todo es posible.
     A la Bella Durmiente, la única actividad que se le conoce es la de haber metido su principesco dedito donde no debía. Así fue dormida pro el huso de la bruja y fue despertada por el beso del príncipe. El príncipe caza, monta, explora y descubre mientras la bella duerme.
     Y se podría seguir. Pero esto ya da una idea de la misoginia (odio a las mujeres) implícita en los cuentos que van formando las personalidades de nuestras hijas y también las de nuestros hijos.
     Habrá servido de algo si sólo una persona, madre o padre, se inquieta, toma conciencia y se hace capaz de contar a su hija alguno de estos hermosísimos cuentos con los cambios necesarios para que la niña pueda verse a sí misma como poseedora no sólo de ternura y afecto sino también de la inteligencia, audacia, imaginación y solidaridad. Y a su hijo como poseedor no sólo deinteligenica, audacia, imaginación, y solidaridad, sino también de afecto y ternura.

viernes, 4 de febrero de 2011

Bibliografía básica en formato APA

Formato APA

Un autor, capítulo de un libro
Apellido, N. (Año). Título del artículo. Título de la obra. (Páginas del capítulo[p1] ). Ciudad: Editorial.
Carrión, C. (2009). Mito de Orfeo. Mitología clásica. (pp. 65-89). Quito: Casa de la Cultura de Quito.
Dos autores
Apellido, N[p2] . y Apellido, N. (Año.) Título del artículo. Título de la obra. (Páginas). Ciudad: Editorial.
Carrión, C. y Soto H. (2009). Mito de Orfeo. Mitología clásica. Quito: Casa de la Cultura de Quito.
Tres autores
Apellido, N., Apellido, N. y Apellido, N. (Año). Título del artículo. Título de la obra. (Páginas del capítulo). Ciudad: Editorial.
Carrión, César, López, G. y Soto,  H. (2009). Mito de Orfeo. Mitología clásica. Quito: Casa de la Cultura de Quito.
De seis autores en adelante
Apellido, N. et al[p3] . Título del artículo. Título de la obra. Ciudad: Editorial, año. Páginas.
Carrión, C. et al. (2009). Mito de Orfeo. Mitología clásica. Quito: Casa de la Cultura de Quito.
Artículo en un libro o antología
Apellido, N. (Año). Título del artículo, cuento, ensayo o poema. En N. Apellido (Ed[p4] .), Titulo del libro (Páginas del capítulo). Ciudad: Editorial.
Carrión, C. (2009). Mito de Orfeo. En A. Estrella (Ed.)
Internet
Apellido, Nombre. (Fecha de publicación o actualización). Título del artículo. Título de la obra. Extraído o Recuperado el fecha de consulta desde dirección web

Carrión, C. (2009). Mito de Orfeo. Mitología clásica. Extraído el 12/02/09 desde http://www.laeraclasica

Periódico o revista con autor
Apellido, N. (Fecha). Título del artículo. Título del periódico o revista, número de la revista, p. número de página.
Soto, C. (12 de abril del 2009). Cibercafés. El Comercio, p. 5B.
Soto, C. (12 de abril del 2009). Cibercafés. Vanidades 67, p. 18.

Periódico o revista sin autor
Título del artículo. (Fecha).  Nombre del periódico o revista, número de la revista, p. número de página.
Cibercafés. (12 de abril del 2009). El Comercio, p. 5B.
Cibercafés. (12 de abril del 2009). Vanidades 67, p. 18.

Editorial de periódico o revista
Título del artículo [Editorial]. (Fecha).  Nombre del periódico o revista, número de la revista, p. número de página.
Cibercafés [Editorial]. (12 de abril del 2009). El Comercio, p. 5B.
Cibercafés [Editorial]. (12 de abril del 2009). Vanidades 67, p. 18.

Enciclopedia o diccionario
Término consultado. (Año). Nombre de la enciclopedia o diccionario. Ciudad: Editorial.
Sustantivo. (2000). Enciclopedia Círculo de Lectores. Bogotá: Círculo de Lectores.

Autor corporativo o institucional
Nombre de la institución. “título del artículo o documento”. Nombre del libro. Ciudad: Editorial, año.
Fundación Natura. “Cuidado de los manglares”. Estudio de 10 casos de deforestación en el Ecuador. Quito: Orogenia, 20007.

Cuando el libro tiene datos como editores, compiladores, traductores o número de edición
Apellido, Nombre. “Título del artículo”. Título de la obra. Número de edición. Nombre y Apellido del editor, traductor o complilador. Ciudad: Editorial, año. Páginas.
Carrión, César. “Mito de Orfeo”. Mitología clásica. 2da edición. Trad. Ana Estrella. Quito: Casa de la Cultura de Quito, 2009.

 [p1]En caso de que se lea el texto completo se omitiría esta información
 [p2]Inicial del nombre
 [p3]et al equivale a y otros, que también se puede utilizar cuando haya más de seis autores.
 [p4]Ed. equivale a Editor/a. Comp. equivale a Compilador/a y Trad. equivale a Traductor/a.

Bibliografía básica en formato MLA

Formato MLA

Un autor
Apellido, Nombre. “Título del artículo”. Título de la obra. Ciudad: Editorial, año. Páginas.
Carrión, César. “Mito de Orfeo”. Mitología clásica. Quito: Casa de la Cultura de Quito, 2009.
Dos autores
Apellino, Nombre y Nombre Apellido. “Título del artículo”. Título de la obra. Ciudad: Editorial, año. Páginas.
Carrión, César y Henry Soto. “Mito de Orfeo”. Mitología clásica. Quito: Casa de la Cultura de Quito, 2009.
Tres autores
Apellino, Nombre, Nombre Apellido y Nombre Apellido. “Título del artículo”. Título de la obra. Ciudad: Editorial, año. Páginas.
Carrión, César, Gerardo López y Henry Soto. “Mito de Orfeo”. Mitología clásica. Quito: Casa de la Cultura de Quito, 2009.
De cuatro autores en adelante
Apellido, Nombre et al. “Título del artículo”. Título de la obra. Ciudad: Editorial, año. Páginas.
Carrión, César et al. “Mito de Orfeo”. Mitología clásica. Quito: Casa de la Cultura de Quito, 2009.
Internet
Apellino, Nombre. “Título del artículo”. Título de la obra. Fecha de publicación o actualización. Fecha de consulta. <Dirección web >

Carrión, César. “Mito de Orfeo”. Mitología clásica. 2009. 12/02/09. <http://www.laeraclasica>
Periódico o revista
Apellido, Nombre. “Título del artículo”. Título del periódico o revista número de la revista (fecha de publicación): número de página.
Soto, Carlos. “Cibercafés”. El Comercio 12 de abril del 2009: 5B.
Soto, Carlos. “Cibercafés”. Vanidades 67 (12 de abril del 2009): 18.
Enciclopedia o diccionario
“Término consultado”. Nombre de la enciclopedia o diccionario. Ciudad: Editorial, año.
“Sustantivo”. Enciclopedia Círculo de Lectores. Bogotá: Círculo de Lectores, 2000.

Autor corporativo o institucional
Nombre de la institución. “título del artículo o documento”. Nombre del libro. Ciudad: Editorial, año.
Fundación Natura. “Cuidado de los manglares”. Estudio de 10 casos de deforestación en el Ecuador. Quito: Orogenia, 20007.

Cuando el libro tiene datos como editores, compiladores, traductores o número de edición
Apellido, Nombre. “Título del artículo”. Título de la obra. Número de edición. Nombre y Apellido del editor, traductor o complilador. Ciudad: Editorial, año. Páginas.
Carrión, César. “Mito de Orfeo”. Mitología clásica. 2da edición. Trad. Ana Estrella. Quito: Casa de la Cultura de Quito, 2009.

Ejemplo de citas cortas, largas y paráfrasis en formato APA

Ejemplo de citas cortas, largas y paráfrasis en formato APA
           Este acercamiento se produce mediante la inserción del autor en el mundo del pugilismo, a partir de su ingreso en un gimnasio en el barrio  de Woodlawn, en Chicago. Su interés se centró en saber si él mismo sería capaz de aprender el deporte y ser parte de ese mundo singular, entablar relaciones con los miembros del lugar e investigar la realidad del gueto, pues le interesaba entender la dinámica y las relaciones de un barrio subproletario negro:
El gym me permitió cuestionar eficazmente, uniendo trabajo teórico y observación empírica continua, la visión “orientalizante” del gueto y de sus habitantes y centrar su estudio en las relaciones de poder que lo caracterizan propiamente como instrumento de explotación económica y de ostracismo social de un grupo desprovisto de honor étnico, una forma de “prisión etnorracial” en la que están confinados los parias de Estados Unidos. (Wacquant, 2003: p. 18)

Para lograr el acercamiento, el autor comenzó un diario etnográfico. Fue asiduo del Woodlawn boys Club por más de tres años, por lo que obtuvo gran cantidad de notas, que fueron rigurosamente escritas noche tras noche. Al ser miembro del gimnasio, Wacquant (2003) se enfrentó ante lo que llamó “un triple desafío”, que consistía en aprender del deporte, dominar sus reglas y lograr la confianza de sus miembros para ser uno más. Debía también lograr, “[…] comprender y explicar las relaciones en el gueto negro partiendo de [su] implantación en un lugar concreto” (p. 18). Y finalmente, se planteó como última pregunta la manera adecuada de
[…] dar cuenta antropológicamente de una práctica tan intensamente corporal, de una cultura tan profundamente cinética, de un universo en el que lo más esencial se transmite, se adquiere y se despliega más allá del lenguaje y la conciencia […]. (Wacquant, 2003: p.18)
[…]
En resumen, quiere mostrar y demostrar al mismo tiempo la lógica social y sensual que presenta el boxeo como labor corporal en el gueto norteamericano. (Wacquant, 2003: p. 24)

El sociólogo entonces hace su entrada desde la antropología y la sociología, a partir del trabajo de campo y mediante la  observación participante, las cuales complementó con sus anotaciones en el diario de campo, las historias contadas por varios miembros del club, entrevistas en profundidad hechas a boxeadores, entrenadores y managers y la lectura de textos especializados; sin embargo,  un rasgo importante y de mucho peso en su investigación e inmersión en el mundo del gueto fue su propio entrenamiento en tres gimnasios profesionales de la ciudad de Chicago y su visita a varios gimnasios del país y de Europa (Wacquant, 2003: pp. 23, 31). Así fue como el etnógrafo se implantó en la comunidad desde dentro, para crear relaciones, usando como mecanismo el consentimiento informado (Wacquant, 2003: p. 241) y sin caer en la exotización del otro (Behar, 2000: p. 3).

Ejemplo de citas cortas, largas y paráfrasis en formato MLA

Ejemplo de citas cortas, largas y paráfrasis en formato MLA
    Este acercamiento se produce mediante la inserción del autor en el mundo del pugilismo, a partir de su ingreso en un gimnasio en el barrio  de Woodlawn, en Chicago. Su interés se centró en saber si él mismo sería capaz de aprender el deporte y ser parte de ese mundo singular, entablar relaciones con los miembros del lugar e investigar la realidad del gueto, pues le interesaba entender la dinámica y las relaciones de un barrio subproletario negro:
El gym me permitió cuestionar eficazmente, uniendo trabajo teórico y observación empírica continua, la visión “orientalizante” del gueto y de sus habitantes y centrar su estudio en las relaciones de poder que lo caracterizan propiamente como instrumento de explotación económica y de ostracismo social de un grupo desprovisto de honor étnico, una forma de “prisión etnorracial” en la que están confinados los parias de Estados Unidos. (Wacquant 18)

Para lograr el acercamiento, el autor comenzó un diario etnográfico. Fue asiduo del Woodlawn boys Club por más de tres años, por lo que obtuvo gran cantidad de notas, que fueron rigurosamente escritas noche tras noche. Al ser miembro del gimnasio, Wacquant se enfrentó ante lo que llamó “un triple desafío”, que consistía en aprender del deporte, dominar sus reglas y lograr la confianza de sus miembros para ser uno más. Debía también lograr, “[…] comprender y explicar las relaciones en el gueto negro partiendo de [su] implantación en un lugar concreto” (18). Y finalmente, se planteó como última pregunta la manera adecuada de
[…] dar cuenta antropológicamente de una práctica tan intensamente corporal, de una cultura tan profundamente cinética, de un universo en el que lo más esencial se transmite, se adquiere y se despliega más allá del lenguaje y la conciencia […]. (Wacquant 18)
[…]
En resumen, quiere mostrar y demostrar al mismo tiempo la lógica social y sensual que presenta el boxeo como labor corporal en el gueto norteamericano. ( Wacquant 24)

El sociólogo entonces hace su entrada desde la antropología y la sociología, a partir del trabajo de campo y mediante la  observación participante, las cuales complementó con sus anotaciones en el diario de campo, las historias contadas por varios miembros del club, entrevistas en profundidad hechas a boxeadores, entrenadores y managers y la lectura de textos especializados; sin embargo,  un rasgo importante y de mucho peso en su investigación e inmersión en el mundo del gueto fue su propio entrenamiento en tres gimnasios profesionales de la ciudad de Chicago y su visita a varios gimnasios del país y de Europa (Wacquant 23, 31). Así fue como el etnógrafo se implantó en la comunidad desde dentro, para crear relaciones, usando como mecanismo el consentimiento informado (Wacquant 241) y sin caer en la exotización del otro (Behar 3).

Taller de redacción

Palabras baúl

Se denominan palabras baúl a palabras fáciles y de uso frecuente, que por su amplio y poco preciso significado pueden formar parte de cualquier acto de comunicación, y que pueden ser sustituidas por sinónimos más precisos para dar mayor riqueza a la expresión.

La palabra “cosa”

Esta es una palabra de sentido vago, impreciso, lo que la convierte en trivial y es cada vez más empleada. Vivimos dentro del “cosismo”, precisamente porque se tiende a lo fácil. Como se trata de un término muy amplio, cualquier objeto se convierte en “cosa”, un lápiz, el armario, todo, por lo que conviene sustituir a esta palabra por otra más precisa.

Ejercicio
Lea las siguientes oraciones y sustituya la palabra COSA por otra más precisa.

La humildad es una cosa muy rara.
La humildad es una virtud muy rara.

1) La envidia es una cosa despreciable.

2) La falta de inteligencia es una cosa irremediable.

3) La gula es una cosa vergonzosa.

4) Esta estatua es una cosa notable.

5) El amianto es una cosa incombustible.

6) La cosa se someterá a Consejo.

7) Exponga usted las cosas como han pasado.

8) La educación de los niños es una cosa difícil.

9) Una sola cosa ocupa su mente.

10) Para un niño el juego es una cosa necesaria.

La palabra “algo”
Esta palabra solo debe emplearse para darle a la frase un sentido indeterminado, como al tratarse de un pronombre indefinido, cuando queramos mencionar “algo” sin precisar lo que ese “algo” sea.

Leeré algo mientras vienes (uso correcto).

Ejercicio
En las frases escritas a continuación hay algunas en las que la palabra algo está bien empleada y otras en las que debe ser sustituida.

1) Esta música tiene algo melancólico.

2) Sus palabras tienen algo de malicia.

3) He visto en sus ojos algo de odio.

4) Esto es algo infame.

5) En estas ruinas hay algo de estilo románico.

6) El nuevo modelo es algo formidable.

7) En este asunto hay algo poco claro.


Los pronombres demostrativos “esto”  y “eso”
Esto y eso pueden sustituirse por el relativo o por el adjetivo demostrativo seguido de un sustantivo.

Tú amas a tus padres. Esto te honra.
Tú amas a tus padres. Este sentimiento te honra.
Tú amas a tus padres. Sentimiento que te honra.


Ejercicios
En las frases siguientes sustituya los pronombres Esto y eso por el relativo o por el adjetivo demostrativo.

1) Está entregado a la bebida. Eso lo arruinará.

2) Practica mucho el deporte. Esto te servirá para fortalecerte.

3) El abogado estudia un caso muy difícil. Esto le retendrá en la oficina toda la tarde.

4) Se le olvidó preparar los últimos temas. Esto fue causa de que lo suspendieran.

5) Gerardo acaba de ganar otro primer premio. Esto ya no asombra a nadie.


Sustitución de verbos comodín o de uso frecuente
Los verbos ser, estar, encontrarse, hacer, poner, dar, tener, decir, ver y haber (impersonal) son verbos de uso frecuente, fáciles, de amplia significación, a los que se recurre frecuentemente cuando se escribe, estos pueden sustituirse por otros verbos más precisos y más expresivos.

En la lista de candidatos está usted.
En la lista de candidatos se encuentra usted.

Ejercicio
En las siguientes oraciones reemplace los verbos comodín por otros más precisos.

1) En este pueblo hay cuatro escuelas.

2) En sus palabras hay una gran indignación.

3) En la chimenea hay unos troncos de encina.

4) Tener una esperanza.

5) Tener muchos dolores.

6) Tener una actitud prudente.

7) Este negocio tiene grandes ventajas.

8) Esta sala tiene diez metros de largo.

9) Hacer una vía férrea.

10) Hacer un informe.

11) La ciencia ha hecho grandes progresos.

12) Me han encargado que haga el informe.

13) Poner una escalera en el muro.

14) Poner unos papeles bajo llave.

15) Poner en orden sus ideas.

16) Poner en práctica un sistema.

17) Le digo que aquí no está usted seguro.

18) A usted le toca decir el precio.

19) El abogado tiene que ver cinco expedientes esta mañana.

20) Vea usted las consecuencias de no observar las reglas de cortesía.

21) El aspecto de algunos puntos del litoral es lamentable: en el agua hay objetos de los más repugnantes.

22) Las estadísticas demuestran que cada vez hay más público que va al cine.

23) Dicen que habrá elecciones antes de lo previsto.

24) Me han dado la beca que había pedido.

25) ¿Me das la sal, por favor?


Repetición de ideas y de palabras

Cuando al escribir se repite mucho una palabra o una idea se da la impresión de pobreza de vocabulario e inexperiencia. Lo cual no quiere decir que sea preciso evitar la repetición a como dé lugar. Lo recomendable es repetir con mesura, evitando la cacofonía o las repeticiones inútiles e innecesarias.

Aunque en algunas ocasiones los tecnicismos son naturales  y obligatorios, habría que utilizar la redacción para evitar lo menos posible un término.
Se sugiere evitar las repeticiones (pleonasmos) como:
Vuelva a empezar de nuevo.
Acérquese más cerca.
Al mirar por la ventanilla del vagón los escarpados pasos por donde habíamos pasado, quedé espantado y me preguntaba cómo harían podido los ingenieros hacer pasar el ferrocarril por unos pasos tan difíciles.

Ejercicio

En las siguientes frases hay repeticiones de ideas y palabras. Subráyelas si cree que son innecesarias, pero déjelas si cree que son precisas.

El avión volaba por los aires a gran velocidad.
El avión volaba a gran velocidad.

1) La cuestión del desarme no se arreglará antes de un lustro completo de cinco años.

2) Había un caballo, que había sido amarrado para evitar que se escapara fuera del recinto.

3) Ya hemos trabajado bastante por hoy; mañana seguiremos trabajando.

4) Sube arriba y dile que baje abajo.

5) Julio le pidió a su jefe que le adelantara un anticipo.

6) Lo que me dices no puede ser posible.

7) ¿Vendrás hoy o vendrás mañana?

8) Mónica subió arriba para buscar el libro solicitado por el cliente.
Para evitar repeticiones es conveniente seguir estas pautas:

Ordenar las ideas.
Muchas veces las repeticiones se deben a incoherencia en la ordenación, en la disposición previa.

Evitar los detalles insignificantes.
Estos podrían cuasar un estilo difuso, poco preciso. Generalmente cuando no se tiene nada que decir se habla o se escribe más de lo necesario.

Matizar los significados.
Cuando no se conoce bien un idioma no se sabe matizar, es decir distinguir, apreciar, valorar; es decir, dar con la palabra adecuada.

Eliminar las palabras repetidas, sustituirlas por sinónimos o variar la frase.
Para esto se pueden seguir los siguientes procedimientos:
Suprimir el vocablo.
Reemplazarlo, sin dar otro giro a la frase.
Variar lo escrito, dándole otro giro a la frase.
Sin embargo, en este punto es importante tomar en cuenta que las palabras, a diferencia de los números, cambian de valor, según el contexto, la frase en que están insertas. Mientras 45 siempre será 45; la tristeza o el amor, o la ternura; o correr, salir disparado o resbalar son palabras cuyo contenido depende de los otros vocablos que las rodeen.

Le envío a usted un perro por ferrocarril. El perro tiene tres años. Espero que el animal llegue bien a su destino. Es un perro de raza danesa. Espero que le agrade este perro que hoy le envío; está bien educado.

Le envío a usted un perro por ferrocarril. El animal tiene tres años, y espero que llegue bien a su destino. Es un perro de raza danesa, que le agradará porque es bien educado.

Ejercicio

A continuación están escritas una serie de oraciones y párrafos en los que abundan las repeticiones. Escríbalos de nuevo, evitando los vicios de redacción. No modifique los textos cuando crea que las repeticiones son necesarias.

1) Parece que el director no está satisfecho contigo porque no trabajas lo suficiente para prepararte para los exámenes. Si fracasas en estos exámenes, el director no quedará satisfecho contigo, y posiblemente serás expulsado.

2) Es un hombre digno de su familia, digno de su país y digno de su familia.

3) Nuestro trabajo será destruido por la riada; en este instante la violencia de las aguas de la riada os impide mantener las alcantarillas en buen estado.

4) Es un hombre que critica a todo el mundo; todo el mundo acabará por odiarle.

5) El año pasado estaba usted contento con su trabajo. Ceo que este año estará usted tan contento de su trabajo como el año pasado.

6) Prometió pagarme a primeros de octubre; pero cuando llegó el día primero de octubre me pidió un nuevo plazo.

Uso de incisos
Los incisos son expresiones modificativas que se intercalan en una oración,  y que no deben romper la unidad ni dificultar la comprensión de las frases, cláusulas o periodos donde van intercalados. Estos pueden servir tanto para añadir información extra como para hacer más descriptivo al texto.

Juan, cuando se dio cuenta del peligro, frenó inmediatamente.
Cuando se dio cuenta del peligro, Juan frenó inmediatamente.

Luis abrió con furia, pero con golpes bien dirigidos, un agujero en el tejado.
Con furia, pero con golpes bien dirigidos, Luis abrió un agujero en el tejado.

En lugar de los incisos es posible utilizar guiones y paréntesis, pero es necesario no abusar de su uso.
A continuación podrá leer un texto que se convirtió en un laberinto por el exceso en el uso de incisos.

Mi amigo Pedro que no era un pobretón, a pesar de su apariencia (su atuendo fue siempre descuido), sino que era el más rico hacendado de la provincia (tenía una propiedad de doscientas hectáreas), era también padre feliz de tres hijas casaderas (Pedro contaba cincuenta años) y estaba casado con una mujer encantadora y hacendosa (como suelen serlos las mujeres andaluzas), pero, a pesar de todo, siempre estaba renegando de la vida (sus rabietas eran famosas entre sus amigos) y había decidido marcharse a la capital (decisión que luego no cumpliría) porque, según afirmaba, estaba harto de la familia…

Ejercicio
Las frases que siguen están mal ordenadas a causa de los incisos. Cambie el orden y vuélvalas a escribir lo más correctamente posible.

1) Luis, como llevaba veinticuatro horas sin desayuno, encontraba apetitoso el engrudo que nos sirvieron.

2) Pedro llegará, salvo que se lo impida el tráfico, a la estación a buena hora.

3) El director llamó a su ayudante, con quien había, varias veces, discutido el problema.

4) El gerente ha prometido, al darse cuenta de su culpa, presentar la dimisión.

5) La exposición (actualmente abierta en al Museo de la Ciudad) –titulada “Guayasamín y su obra”- que reúne un importante número de cuadros del pintor (junto con algunas obras de sus discípulos), así como el catálogo (que contiene artículos de importantes expertos), aportan estimables novedades para los amantes de su pintura (sobre todo de los retratos).


Al redactar se suele escribir más de lo necesario, por eso es importante recurrir a la eliminación de lo superfluo para lograr mayor concisión.

Cuando llegó la nueva lavadora eléctrica, que era de marca Lavador,  que había costado más que nuestra bicicleta, le fue entregada a mamá por el comerciante de la tienda de aparatos eléctricos, ella no se dio cuenta al principio de que se trataba de un regalo que papá le hacía, por su cumpleaños, en el día de su cuarenta y cinco aniversario.

Cuando la nueva lavadora eléctrica, marca Lavador, le fue entregada a mamá, ella no se dio cuenta al principio de que se trataba de un regalo que papá le hacía, por su cumpleaños.

Ejercicio
Los tomates, reconocidos hoy como un alimento muy rico en vitaminas, especialmente vitamina C, que previene contra el escorbuto, enfermedad que en otros tiempos fue el terror de los marineros, fueron considerados por nuestros antepasados, allá por el siglo XVIII, como venenosos.

El doctor, antes de tomar una determinación, quiso consultar con la familia del enfermo a las diez de aquella mañana,  y Luis tomó el autobús para ir a la casa del doctor, que estaba situada en las afueras de la ciudad en un barrio pobre, junto al edificio de las Hermanitas de la Caridad, en donde están recogidos los ancianos que no tienen familia ni pueden valerse por sí mismos.

Conectores
Los conectores son expresiones conectivas o marcadores del discurso que sirven para unir una frase con otra o un párrafo con otro. Establecen una relación lógica entre dos o más oraciones. Son elementos que conectan un texto para encadenar los fragmentos y ayudar al receptor, guiándole en el proceso de interpretación, ya que advierten el tipo de información que vendrá a continuación.
Hay varios tipos de conectores: contraargumentativos, consecutivos, ordenadores de la información, causales, condicionales, modales, etc.

Algunos ejemplos
Contraargumentativos: aunque, a pesar de que, pese a que, si bien, pero, sin embargo, no obstante, ahora bien, con todo, aun así, de todas formas.

Consecutivos: así que, de manera/ de modo que, por lo que, de ahí que, por ello, por eso, por lo dicho, por ese motivo, razón, causa; en consecuencia, por consiguiente, por ende, pues, así pues.

Ordenadores de la información: asimismo, igualmente, de igual/mismo modo, por otra parte, por otro lado, por su parte, a su vez, además, encima, por añadidura, por demás incluso, inclusive.
Ejemplo:
Estuvimos ahorrando todo el mes para irnos de viaje; a última hora no pudimos hacerlo. Estuvimos ahorrando todo el mes para irnos de viaje; pero a última hora no pudimos hacerlo.

Ejercicio
Modifique las siguientes oraciones utilizando marcadores contraargumentativos intentando no repetir ninguno (pero, sino, sino que, aunque, sin embargo, a pesar de, a pesar de que, si bien, pese a, pese a que, no obstante, de todas formas, aun así, ahora bien, por el contrario). 1) Según nuestro gerente, ésta es una compañía muy seria. Nadie lo diría.

2) Nuestra empresa ha conseguido comercializar 3.000.000 botellas de vino tinto. No hemos alcanzado nuestro techo comercial.

3) Hemos estudiado este tema durante tres horas. Todavía no lo entendemos.

4) El consejero delegado no es especialmente inteligente. Tiene una inmensa capacidad de esfuerzo.

5) Llevamos trabajando dieciséis horas diarias durante toda la semana. Los nuevos colaboradores afirman que no están cansados.

6) Le advirtieron que llegara puntual a la cita con los empresarios japoneses. Se ha presentado veinte minutos más tarde de la hora acordada.

7) Nos consta que el informe elaborado por el auditor es exacto. Resulta duro de creer.

8) No te dejes engañar. No es un tipo tímido. Es muy calculador.

9) No estoy convencido de que su propuesta sea la más conveniente. Votaré a su favor.

10) Se ha llevado a cabo un duro ajuste de planilla. La empresa sigue presentando pérdidas.




Bibliografía

Montolío, Estrella coordinadora. Manual práctico de escritura académica. Volúmenes 2 y 3. Barcelona: Ariel Practicum, 2000.

Serafín, María Teresa. Cómo se escribe. Barcelona: Ediciones Paidós, 1994.

Vivaldi, Gonzalo. Curso de Redacción. Madrid: Paraninfo, 2000.